Memorias de un par de seductores...
Hace tiempo que me hago la misma pregunta… hace ya largos años, en que paulatinamente me he cuestionado las bases del amor y de los modelos que de él en el mundo han imperado, me pregunto ¿ Quién amo de verdad? ¿Quién alcanzó la felicidad? ¿ Quién murió con el alma en paz por haber hecho lo correcto?…
Don Juan Tenorio, el burlador de Sevilla, quien a muchas tuvo entre sus brazos, quien a muchas les hizo el amor sin cuestionamientos y que en su infinita capacidad retórica embaucó y enamoró a cada una de las doncellas que se cruzaron por su lado… Jugó a enamorar, jugo a seducir, vivió a su manera y sentó sus paradigmas del amor….pero…
¿A quién realmente amo?
Giacomo Casanova… aquel hermoso y culto Veneciano, aquel que desde niño fue un seductor, aquel que conoció la delicadeza y complacencia de una mujer desnuda antes de siquiera conocer ni haber llegado a su adolescencia. Ese que tuvo la virtud o la desdicha de ser conocido como un vividor, que no diferenciaba entre clases ni cuerpos, ni simetrías ni blasfemias físicas, ni entre ancianas ni aun niñas, sino más bien que veía a cada mujer simplemente como una mujer, sin rechazar a nada ni a nadie…
¿A quién realmente amo?
Cyrano de Bergerac…. Con una desafortunada apariencia física desde su nacimiento y huérfano también, conoció e hizo del hambre y las necesidades físicas y espirituales, del orgullo y de la dignidad, partes naturales e intrínsecas de su vida… de la esencia del amor por una mujer, su alimento diario y de la agonía de su alma que en silencio cayó su amor, el vino que cada noche lo embriagó en llantos y alegrías…. Fue idolatrado y a veces odiado, admirado y repudiado, pero siempre en él, impero el anhelo de las quimeras del amor, amó a solo una y en su vida no tuvo a ninguna entre sus brazos sin embargo ¿A quién realmente amo?....
A veces se suele decir que el hambre produce poemas inmortales. La abundancia únicamente indigestiones y torpezas...
Don Juan Tenorio, el burlador de Sevilla, quien a muchas tuvo entre sus brazos, quien a muchas les hizo el amor sin cuestionamientos y que en su infinita capacidad retórica embaucó y enamoró a cada una de las doncellas que se cruzaron por su lado… Jugó a enamorar, jugo a seducir, vivió a su manera y sentó sus paradigmas del amor….pero…
¿A quién realmente amo?
Giacomo Casanova… aquel hermoso y culto Veneciano, aquel que desde niño fue un seductor, aquel que conoció la delicadeza y complacencia de una mujer desnuda antes de siquiera conocer ni haber llegado a su adolescencia. Ese que tuvo la virtud o la desdicha de ser conocido como un vividor, que no diferenciaba entre clases ni cuerpos, ni simetrías ni blasfemias físicas, ni entre ancianas ni aun niñas, sino más bien que veía a cada mujer simplemente como una mujer, sin rechazar a nada ni a nadie…
¿A quién realmente amo?
Cyrano de Bergerac…. Con una desafortunada apariencia física desde su nacimiento y huérfano también, conoció e hizo del hambre y las necesidades físicas y espirituales, del orgullo y de la dignidad, partes naturales e intrínsecas de su vida… de la esencia del amor por una mujer, su alimento diario y de la agonía de su alma que en silencio cayó su amor, el vino que cada noche lo embriagó en llantos y alegrías…. Fue idolatrado y a veces odiado, admirado y repudiado, pero siempre en él, impero el anhelo de las quimeras del amor, amó a solo una y en su vida no tuvo a ninguna entre sus brazos sin embargo ¿A quién realmente amo?....
A veces se suele decir que el hambre produce poemas inmortales. La abundancia únicamente indigestiones y torpezas...