Mi Rayo de Luna...

A todos, menos a quien corresponda:

Creí que la primera vez q te viera, seria un día que culminaría tornándose maravilloso. Y aun cuando vaya contra mi interés y lo políticamente correcto, debo confesar en estas líneas de que no fue así. Por el contrario, fue una noche muy triste, llena de sensaciones que no supe como controlar, incluso las nubes estuvieron de acuerdo con mis ojos y mi alma por que ellas también enjugaron una lagrima…. Una que no tuvo retorno ni testigos.

Cuando el avión estaba a punto de partir, sentía con ello que te estaba perdiendo cobardemente, sin la valentía de hacer ni decir nada por remediarlo.
Implicaba perder a alguien que por unas horas sentí tan mía. Tan cómplice y a la vez en ocasiones tan distante y calculadora.

El verte venir por las escaleras de esa estación, el sentir tu aroma al abrazarte, el mirarte sonreír y ver el viento jugar con tu cabello, el oír el color de tu voz, para mi parecía tan irreal, me hacia sentir dueño de un sueño en el cual estoy sumido hace ya casi dos años y en el cual siempre, he tenido un rol secundario… ¡dos años!, desde tu cumpleaños número 18 ¿lo recuerdas? cuando por primera vez te hice saber que yo existía.

¿Sabes?, Todo parecía tan idílico, tú y yo juntos bajo un cielo gris caminando sin rumbo fijo siendo en cierto modo dos perfectos extraños, pero que se tocaban y platicaban como dos antiguos amigos. Tengo el corazón dolido debo confesarlo…

Me sentía tan atado, me sentía controlado por la razón, por la realidad y la lógica, estructurando mis palabras y mis actos, ¡¡No quería cometer un error!!… no quería que me miraras como un idiota iluso soñador….

¡Un beso!, un beso que derribara miedos, que alejara paradigmas y que me diera valor… tan solo un roce de mis labios en tus labios, para recibir tu amor o tu desprecio… una caricia o una merecida bofetada….

Solo sé que mil cosas se dejaron de hacer por culpa de la cordura ¡¡Qué idiota soy!! Necesitaba ese día, necesitaba ese encuentro para saber que pasaba realmente por mi corazón… y creo que mi corazón insensato no se equivocó… Creo que él lo tenía todo planeado y que cual traicionero me lo ocultó desde un principio.

Todo era como en esos sueños de los que te despiertas la mañana siguiente, sintiendo que has vivido una vida completa en una noche, en un segundo en un abrir y cerrar de ojos… donde el corazón y el alma despiertan profundamente enamorados por que en ese sueño, hiciste tuya por primera vez a la mujer que amas, a la niña de tus ojos… Cuando reaccionas y ves la realidad, te quedas con la frustración, con el desconcierto de saber que solo fue un sueño… Te quedas con la pena de saber, que nada fue real, a pesar de que todo aun, te parece tan cierto. Vagas por un limbo por días, donde solo tu mente se centra en un solo pensamiento y tu alma en un solo sentimiento…amor, pasión, ternura. Te enajenas, te pierdes y sientes que el amor es un rayo de luna que solo en sueños alcanzas…

De ese rayo de luna del cual te hablé alguna vez, de esa pérdida de la razón que te hace caer en la cordura, de ese despertar del alma a la realidad, que todos creen una locura y que solo tú sabes que es una autentica estúpida sensatez…

Una rosa, una de pétalos blancos, ausente de maldad y llena de inocencia, llena de pureza y dulzura, así como lo eres tú… Una rosa que cambio el frío de la intemperie por la calidez de tus manos y la seguridad que le proporciona tu hogar… aquella rosa que simboliza el comienzo del que solo tú sabes cual es su final…


Sé que soy iluso, un soñador, tal vez un loco romántico que así, como esta forma de ser y sentir me da la vida, en algún momento terminará por robármela y despojarme de lo más valioso que tengo…

No obstante cual mosquetero, pongo el pecho frente a la espada y no doy la espalda por no sufrir, vivo con mi hidalguía y mi orgullo de luchar por lo que amo y creo y esta vez no será la excepción.

Si he de morir por ello, bienvenida sea la muerte, porque estoy seguro que vale la pena morir por esto que llamamos amor...



Bergerac 19 de Julio de 1581